Cuando el Rey Ordoño II venció los árabes en la batalla de San Esteban (año 916), agradecido a Dios, cedió su palacio real para levantar el primer templo catedralicio. Anteriormente, habían sido termas y edificios públicos de la Legio VII. De estas edificaciones solamente quedan algunos restos que se conservan en el museo.
Tras unos años de revueltos y guerras, siendo el estado de la catedral de abandono, el rey Fernando I (1016-1065) con la ayuda de su hermana la princesa Urraca, comienza la construcción de un nuevo edificio.
Fue el arquitecto Demetrio de los Ríos, entre 1884 y 1888, cuando excavando el subsuelo para reponer el pavimento, encontró parte de esta segunda catedral.
La catedral de León, es considerada en la actualidad como una de las grandes obras del estilo Gótico, destacando principalmente sus vidrieras medievales como unas de las más importantes del mundo.